Steve McQueen saltó a la fama por películas como ‘La gran evasión’, ‘Bullit’ y ‘Le Mans’ entre otras, durante los años 60 y 70. Apodado como ‘The King of Cool’ (El Rey de lo guay), no solo fue un gran actor, sino también un gran piloto de motos y coches. McQueen llegó a participar en numerosas carreras en moto de Enduro y en carreras de coches.
“No estoy seguro de si soy un actor que compite o un piloto que actúa”, aseguró en una de sus afamadas frases.
Nacido en 1930 en Beech Grove, Estados Unidos, McQueen no tuvo una infancia fácil. Su padre, piloto de acrobacias, murió en un accidente aviación poco después de nacer el joven Steve. Fue abandonado por su madre siendo un bebé y acogido por su tío en Missouri. Desde pequeño se relacionó con bandas y delincuencia, pero también empezó a darse cuenta de su pasión: el motor. Con 12 años construyó un Ford de carreras junto a un amigo.
McQueen estuvo en el ejército y posteriormente comenzó los estudios como actor. Se rumorea que con su primer sueldo como actor, se compró un coche. Tal era su pasión por las motos y coches, que compitió en numerosas pruebas como Six Days en Enduro, dentro del equipo oficial norteamericano, Baja 100 o Mint 400, entre otras. McQueen quedó segundo en las 12h de Sebring con un Porsche 908/2, que le ayudó para preparar la película ‘Le Mans’. Una de sus frases emblemáticas de la película fue:
"La vida es correr. Todo lo que sucede antes o después es únicamente esperar"
Si hay algo que caracterizaba a McQueen era que no le gustaba que le doblasen en las escenas de acción, mucho menos si eran encima de un coche o una moto. En la película ‘La gran evasión’, el actor realizó la gran mayoría de las escenas sobre la Triumph TR6 Trophy, modificada y pintada en el gris-verde de camuflaje de la Wehrmacht (ejército alemán). El famoso salto de la valla, al final de película, no lo pudo realizar el actor porque la productora no le permitió arriesgarse, a pesar de las intentonas del actor. El envargado fue su amigo y compañero de rutas moteras Bud Etkins. La TR6 Trophy, empleada en el rodaje, se exhibe a día de hoy en el museo Triumph de Hinckley.
McQueen, en sus últimos años, financió la famosa película-documental ‘On any Sunday’ en el que aparecía su famosa Husqvarna 400 Cross. El documental de culto en el mundo de la moto fue nominado para un premio de la Academia de 1972 a la mejor película documental. El director Bruce Brown trató de mostrar los talentos únicos necesarios para las diferentes formas de carreras. Por ejemplo, los pilotos de motocross suelen ser de espíritu libre, mientras que los corredores del desierto solían ser solitarios.Se dice que McQueen llegó a tener más de 200 motos de marcas como Indian, Triumph, Harley Davidson,… aunque su marca preferida siempre fue Husqvarna. Su amor por la marca sueca apareció en 1968 después de ver al campeón del mundo de motocross Bengt Aberg correr en su flamante Viking 360cc del 68 en la serie Inter-Am en Santa Cruz, California. El actor terminó comprando esa misma moto a Aberg. La Husqvarna 400 Cross de la película ‘On any Sunday’ se vendió por 230.500$ y su Triumph Speed Twin se vendió por 175.500$.
El actor norteamericano, a pesar de ser un gran deportista, se dice que era un fumador compulsivo y consumidor habitual de cocaína. En 1980, con 50 años, un perdió su carrera contra un cáncer de pulmón.
“A veces hay que decir adiós a las cosas que conoces y hola a las cosas que no.”
